¡Y otro perrito piloto!

Con la derrota del domingo se escapa vivo otro equipo de nuestra liga. O quizás no. Es posible que Osasuna no sea un rival de nuestra liga, por varios motivos. Uno de ellos es que, a pesar de las bajas, el equipo de Camacho sabía a lo que jugaba. Otro es que son unos especialistas en saber llevar las situaciones comprometidas. Basta mirar su clasificación en la última década y, quitando un año, en el resto ha quedado por debajo del décimo, coqueteando en varias ocasiones con el descenso y librándose de él casi en la última jornada.

Pero Osasuna nos da igual. Lo que nos importa el real Zaragoza. A mí, personalmente, me molesta la imagen que da el club. Hay alguno que todavía vive de las rentas de cuando el equipo luchaba siempre por Europa. Señores, el Real Zaragoza, nuestro Zaragoza, es un recién ascendido. Y así nos ven en el resto de España, como un puñetero recién ascendido. Y así es como debernos verlo todos. Este Zaragoza está abocado a luchar por no descender y a luchar con una plantilla corta que no le gusta a su entrenador por evitar la vuelta al infierno.

A ver qué pasa en Mallorca, auque con el balance de los baleares en casa...