La solución más fácil

Cayó la guillotina y se llevó la cabeza de Marcelino García Toral. Y con él, claro, las de sus ayudantes, Rubén Uría e Ismael Fernández. Era la solución más fácil, la más previsible y la que más satisfacía a la directiva de un Real Zaragoza abocado al descenso. Han pasado 14 jornadas y el equipo, por primera vez, ya se encuentra en posición de descenso a segunda división.

¡Qué fácil es echar al entrenador! ¿Por qué no al presidente? ¿O al director general? ¿O al otro secretario? O... Es que hay tantos jefes... ¡Más que indios!

Se habla de muchos nombres, pero a mí me dicen, y me lo creo, que será Víctor Muñoz. Claro que éste pedirá algún fichaje. También me dicen que se ha hablado de Portillo y de un defensa francés. Espero que no sea Pignol. Es broma.

Agapito, mal. Bandrés, mal. Poschner, mal. Prieto, mal... ¿Seguimos?

Han conseguido que Marcelino quede como el bueno de la película, a pesar de los resultados que ha ofrecido. 14 jornadas: 3 victorias, 3 empates y 8 derrotas... y como el equipo más goleado de Primera División. Marcelino ha sido muy listo, pero no ha sido el bueno. En todo caso, el menos malo. Pero es que eso era tan fácil...

Suerte para el que venga.