Antes de nada, quiero decir que yo soy resultadista. A mí dame una victoria, aunque sea con un juego soso y aburrido que un empate o una derrota, con un juego brillante. Y eso que este domingo tampoco es que hayamos visto un juego deslumbrante del Real Zaragoza. En una primera mitad en la que de tres ocasiones materializaron dos, en la segunda mitad no fueron capaces de meter ninguna de las seis que tuvieron.
En una liga hay que ser resultadista, más cuando las dos próximas salidas son contra equipos de relumbrón. Sin ir más lejos, el próximo domingo toca parada en el Nou Camp. Y poco después... Valencia. ¡Qué miedo! Messi, Ibrahimovic, Iniesta, Xavi...
Dado que lejos de La Romareda es muy difícil que se saque algo positivo, la necesidad de hacerse fuertes en casa era, bueno sigue siendo, algo fundamental. Para muchos no tiene sentido hablar del Almería, el próximo rival que visita nuestro estadio. Primero hay que ir a Barcelona. No sacaremos nada pero al menos, hay que dar la sensación de que sí. Yo espero que, al menos, no se de una mala imagen y no se lesione nadie para la siguiente final. Sí, final, porque todos los encuentros de La Romareda serán finales hasta el mes de mayo.
domingo, 18 de octubre de 2009
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