Lo de Ricky Rubio y el Joventut, o mejor dicho, su presidente jordi villacampa, es increible. Me parece vbergonzoso, sobre todo porque Villacampa ha sido un ilustre jugador de baloncesto y debería entender al joven talento español.
La demanda o no demanda que interpuso Rubio contra su todavía club es normal. Cómo un chaval que cobra no más de 200.000 euros puede pagar una cláusula de rescisión de 4 ó 5 millones de euros por marcharse a la NBA. Lo vergonzoso es que Villacampa se ha cargado las ilusiones de un jugador que deberá esperar, al menos, un par de años, para irse a la mejor liga del mundo.
Es posible que le venga bien. Llegaría con 20 ó 21 y mucha más experiencia, pero el talento le sobra y aún siendo un crío tiene sitio en la NBA.
Vale que la crisis ha afectado también a los clubes de baloncesto, pero el basket no es coo el fútbol. Eso es otra dimensión. Además son los clubes los que pagan las rescisiones de contrato. En la NBA está prohibido. ¿Es negicio o es deporte? Está claro que es negocio, porque si yo juego en el equipo de mi barrio y me quiero ir a otro, no se pagan cifras exageradas. Es más, como mucho hay unos derechos de formación que se arreglan, en muchas ocasiones, con un puñado de equipaciones y de balones. Pero cuando el deprote de élite se convierte en negocio... todas las partes quieren sacar tajada. ¿Quién tiene la culpa? ¿Quién tiene razón? Ricky o su tutor (su padre) sabían que al firmar su contrato tendría esa cláusula de rescisión.
Barcelona, Madrid, Minnesota o DKV. Esas eran las 4 opciones de Ricly. Descartada la NBA, quedaban las españolas. Madrid estaba lejos y suponía romper del entorno al jugador. Entre Barcelona y DKV... pues qué quieres que diga. El Barça le da la opción de salir a la NBA en el segundo año de contrato (previo pago de una cláusula asequible). Con el Joventut tiene dos años de contrato y un sueldo irrisorio en comparación a su categoría. En 2011 se iría libre. El problema es que Villacampa, presidente de la penya, ya ha lanzado "mierda" sobre el jugador y le ha empujado a irse. Y como Ricly no es tonto, si quieren que se vaya, él será quien decida dónde. Y si el Madrid ofrece más que el barça, pero Rubio prefiere quedarse en su Barcelona, pues se quedará, sea en el Joventut (que será que no) o en el Barça (y a Villacampa no le quedará más remedio que aceptar la ofeta del Barcelona... o tragarse al jugador y no sacar tajada de su futura macha). ¡Qué pena de hombre, Villacampa! ¡Qué pena me das! ¡Ya te hubiera gustado a tí estar en el pellejo de Ricky Rubio! En tu época eran otros tiempos. Lo intentó Fernando Martín y fracasó. Seguramente a tí te hubiera pasado lo mismo. En fin, que sigo pensando que me da pena cómo te has comportado, porque no antepones a la masa social del Joventut, como dices, antepones el dinero antes que nada. Y ahí es donde está tu problema.
Para el jugador, o el deportista, aparece el eterno debate de amor a los colores o interés deportivo (o económico). Pero nadie habla, o al menos nadie lo prioriza, del derecho a elegir, a progresar, a decidir dónde queire jugar. porque en definitiva, el fútbol, el baloncesto... y el deprote en general, es eso, sólo un juego. Un juego que mueve mucho dinero e intereses y eso, cada vez más, lo ensucia.
Ánimo Ricky. Tarde o temprano te llegará la oportunidad... y no la desaprovecharás.
Normalmente suelo escribir de fútbol, pero es que se podría sustituir el nombre de Ricly Rubio por el de varios futbolistas, como Ángel Lafita, y el nombre de villacampa, por el de otro presidente, cambiamos alguna frase más... y el caso es el mismo. ¿Dónde debe jugar el deportista: dónde él quiera o dónde diga el club?
sábado, 1 de agosto de 2009
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