¿Qué falta por venir?

Lejos de sentir un alivio por el empate conseguido, en mi corazón todavía reina un desasosiego y una honda preocupación por lo que sucede con este Real Zaragoza. No mucho tiempo atrás era un equipo sólido, regular, aunque de vez en cuando nos daba alguna alegría en forma de Copa del Rey (o Recopa... ¡qué tiempos!) y también algún susto, como evitar el descenso al final del campeonato.

Los buenos recuerdos son muchos más que los malos. Pero desde un tiempo a esta parte las tornas han cambiado. Tengo que esforzarme para encontrar un buen recuerdo. Vale, dos Copas del Rey en este siglo. Pero también es cierto que hemos tenido dos descensos y la situación que vive el equipo desde hace 5 años es para olvidar.

Ya lo decían algunos. Los que están van a hacer bueno a Solans. Y así ha sido. El padre... ya lo conocíamos. Sería como fuese, pero amaba al Real Zaragoza y con él se escribió el mayor momento de gloria del equipos. Con el hijo... no sufrimos mucho en lo deportivo (sólo al final)pero se mantuvo una línea de cierta lógica a la hora de llevar las finanzas. Pero con Agapito... con él llegó el desfase. Gastos desmesurados, fichajes de campanillas, sueldos de estrellas... y siniestro total.

Antes no había sueldos de escándalo, pero el real Zaragoza se caracterizó por ser un club solvente que pagaba puntualmente. Cosa que otros no hacían. Pero ahora... Más de 100 millones de deuda, impagos a futbolistas, no pagamos a nadie, nos reclaman deudas desde la llegada de Agapito, el equipo sufrió de nuevo el año pasado, este va camino de volver a sufrir (o no, si se consuma el descenso), estamos cerca de entrar en Ley Concursal... o peor de la desaparición. Esa sería la consecuencia final. Ojalá no pase.